FUNCIÓN INFORMATIVA
La
función referencia orienta hacia el contexto. Se centra en la
relación que los hablantes tienen con el mundo, las manifestaciones y los
objetos a los cuales remite una forma lingüística.
El referente de
una palabra corresponde al significado, tal como lo encontraremos en el
diccionario. En este sentido, la referencia de la palabra “pozo” definida en el
diccionario no es la misma que la del “pozo” de un poema, un cuento o una
novela, cuyos referentes los pone el escritor, y después el lector, de acuerdo
con su experiencia personal.
Esta función la
desempeñan mensajes conceptuales, centrados en el contexto, cuya función
principal es la de informar. Para ello se utilizará un lenguaje claro, concreto
y sencillo, compuesto de términos de significado unívoco. La entonación será lo
más neutra posible, sin énfasis que denote emotividad. Los humanos estamos
especializados en la emisión de mensajes conceptuales que, en mayor o menor
grado, cumplen siempre funciones informativas: las señales horarias del reloj
de un campanario, los titulares de un periódico, los anuncios publicitarios,
las imágenes y las palabras de un documental, e incluso la literatura y el arte
en general desempeñan, entre otras, una función informativa.
Los medios de
comunicación, con los mensajes informativos, pretenden básicamente -salvo
manipulación- dar cuenta al público receptor de hechos o acontecimientos
verdaderos, inéditos y actuales que sean de interés general, haciéndolo de
forma clara y precisa.
Los mensajes
informativos pueden presentarse en forma de:
1. Noticia.
Es la narración de un suceso puntual de interés, y adopta diferentes formas
estructurales según sea el medio que la difunde.
2. Crónica.
Proporciona todos los elementos de la noticia, pero de forma ampliada y con
detalles. Podemos decir que la crónica es una versión ampliada en extensión y
profundidad de la noticia.
3. Reportaje.
Es un género informativo que relata una serie de hechos de interés puntual en
torno a un tema determinado. Incluye entrevistas, opiniones, datos y cifras.
FUNCIÓN METALINGÜÍSTICA
Cuando el mensaje tiene como objeto
fundamental referirse al propio código al que pertenece o a otros códigos de la
misma naturaleza decimos que desempeña una función metalingüística. Por
ejemplo, la oración La palabra “monosabio” significa: “mozo que ayuda al
picador en la plaza”, además de informar, desempeña una función metalingüística
en tanto que se refiere al propio lenguaje. En este caso decimos que la palabra
“monosabio” está mencionada y que estamos usando el lenguaje reflexivamente.
En un libro de inglés escrito en castellano,
las expresiones del tipo El verbo “to write” es irregular. Su pasado es
“”wrote” y el participio “written”, son expresiones metalingüísticas. En tales
casos decimos que el inglés es el lenguaje objeto (lenguaje sobre el que
estamos hablando) y que el castellano es el metalenguaje (lenguaje que habla
del lenguaje objeto). En dichas frases usamos el castellano y mencionamos las
expresiones inglesas “to write”, “wrote” y “written”.
La pintura y el cine también se permiten
expresiones metalingüísticas. Picasso, por ejemplo, tomando como referente “Las
Meninas” de Velázquez y usando la técnica pictórica, recrea y reinterpreta
(menciona) la obra original. El director americano Cameron Crowe reinterpreta
con “Vanilla sky” la película “Abre los ojos” del español Alejandro Amenábar.
FUNCION FATICA O DE
CONTACTO
Se centra en el canal o contacto entre emisor
y receptor. Sirve para establecer, prolongar o interrumpir la comunicación,
para verificar el funcionamiento del circuito. Es la primera función verbal que
adquirimos en la niñez. Con ella sólo se pretende que el canal permanezca
abierto para que la comunicación se mantenga. El timbre del teléfono que avisa
al receptor de una llamanda cumple una función fática. Las frases insulsas que
emitimos al encontrarnos con un vecino en el ascensor (“hola”, “hace un buen
día”, etc.) desempeñan también una función fática, precomunicativa: su
finalidad no es principalmente la de informar, sino la de facilitar el contacto
social para poder introducir, posteriormente, mensajes de más enjundia.
Los mensajes persuasivos se emiten con el
propósito de convencer, crear opiniones o cambiarlas e incitar a los receptores
a realizar determinadas acciones. Estos mensajes ocupan buena parte de la
prensa escrita y del tiempo de emisión en televisión y radio, además de
alcanzarnos a través de otros muchos canales: internet, vallas publicitarias,
etc. Existen dos variedades de mensajes persuasivos: aquellos que intentan
modificar la actitud del receptor con fines comerciales y lucrativos
(publicidad) y aquellos otros que lo intentan con fines culturales, políticos,
sociales o religiosos (propaganda).
Entre éstas últimas están las campañas que
incitan a practicar deportes, a dejar de fumar, a luchar contra el hambre en el
mundo, a donar órganos para trasplantes, a pagar los impuestos... Son ejemplos
de mensajes persuasivos que pretenden crear estados de opinión favorables a
determinadas propuestas de carácter social o político, pero que en ningún caso
buscan el consumo de bienes y servicios con una finalidad de lucro.
La publicidad pone en contacto a productores
y consumidores a través de los anuncios publicitarios, que deben conseguir en
primer lugar atraer la atención del receptor y, posteriormente, suscitar su
interés, despertar su deseo de consumir y provocar la adquisición de lo
deseado.
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